He arrojado mis palabras gastadas al container de envases de plástico y le he pedido la mano al silencio para que engendre un nuevo lenguaje de expresión. Todo será una sencilla gestión, una actuación innata de la confusión propia provocada por una enmarañada interpretación.
Evidentemente, tras el reciclaje todo volverá a ser idéntico, listo esta vez, sospecho, a restaurar los aires corrompidos.
La luna resplandecerá aunque algo más decrepita. La estratosfera estará algo más contaminada y seguro continuaran los seísmos, fuegos en los bosques, maremotos, desbordamientos, desertizaciones, tifones, epidemias, pestes y otros cataclismos naturales.
Continuaran pescando tiburones sin piedad en Japón, se mantendrá la crueldad al viajero en Brasil, las violaciones en la India, el tráfico de mujeres en el Este, la camorra en Nápoles, la mafia de Pekín, el hambre en África, el frío asesino de Rusia, el machismo inhumano en Irán, las entidades pederastas detrás de la iglesia y tras otras organizaciones, el fascismo, los desalojos, la miseria, los millonarios inflándose en el sofá, los ficticios anuncios de felicidad en televisión que ocasionaran más de una y más de dos desgracias… Todo alterándose en distintos lugares.
Seguirán vaciando basura en el océano y se lavaran las manos después en el baño. Sabremos de otro joven que agujerea a un amigo, de otra contienda sangrienta, de otra devastación de árboles de gran medida.
Continuaran las negligencias, los fraudes a gran escala, el comercio de órganos, la extorsión, los crímenes por ajustes de cuenta, por impulso, por fanatismo… por nada.
Levantaran nuevos centros comerciales; se quedarán sin medios laborales miles de personas. Fichará el Madrid al mejor jugador de la pasada temporada; se apuntaran al Inem los mejores simpatizantes. Comprará Messi otro Maserati; se desplazaran en naves espaciales los obreros para encontrar trabajo en Júpiter. Subastarán las heces de Lady Di por veinte millones de Libras; perderá el monedero vacío una pensionista el día de su santo. Gozarán los banqueros de sus comisiones; no llegarán a fin de mes los labradores y comprarán la verdura tirada en el estercolero.
Continuara la crisis para muchos, para otros pocos no.
Continuara todo esto y más actos desagradables mientras ruede nuestro mundo y nosotros continuemos siendo una especie de germen.
Gozaremos también de un mutismo con el que nos casaremos… y más tarde solo quedará.
Canet.
Evidentemente, tras el reciclaje todo volverá a ser idéntico, listo esta vez, sospecho, a restaurar los aires corrompidos.
La luna resplandecerá aunque algo más decrepita. La estratosfera estará algo más contaminada y seguro continuaran los seísmos, fuegos en los bosques, maremotos, desbordamientos, desertizaciones, tifones, epidemias, pestes y otros cataclismos naturales.
Continuaran pescando tiburones sin piedad en Japón, se mantendrá la crueldad al viajero en Brasil, las violaciones en la India, el tráfico de mujeres en el Este, la camorra en Nápoles, la mafia de Pekín, el hambre en África, el frío asesino de Rusia, el machismo inhumano en Irán, las entidades pederastas detrás de la iglesia y tras otras organizaciones, el fascismo, los desalojos, la miseria, los millonarios inflándose en el sofá, los ficticios anuncios de felicidad en televisión que ocasionaran más de una y más de dos desgracias… Todo alterándose en distintos lugares.
Seguirán vaciando basura en el océano y se lavaran las manos después en el baño. Sabremos de otro joven que agujerea a un amigo, de otra contienda sangrienta, de otra devastación de árboles de gran medida.
Continuaran las negligencias, los fraudes a gran escala, el comercio de órganos, la extorsión, los crímenes por ajustes de cuenta, por impulso, por fanatismo… por nada.
Levantaran nuevos centros comerciales; se quedarán sin medios laborales miles de personas. Fichará el Madrid al mejor jugador de la pasada temporada; se apuntaran al Inem los mejores simpatizantes. Comprará Messi otro Maserati; se desplazaran en naves espaciales los obreros para encontrar trabajo en Júpiter. Subastarán las heces de Lady Di por veinte millones de Libras; perderá el monedero vacío una pensionista el día de su santo. Gozarán los banqueros de sus comisiones; no llegarán a fin de mes los labradores y comprarán la verdura tirada en el estercolero.
Continuara la crisis para muchos, para otros pocos no.
Continuara todo esto y más actos desagradables mientras ruede nuestro mundo y nosotros continuemos siendo una especie de germen.
Gozaremos también de un mutismo con el que nos casaremos… y más tarde solo quedará.
Canet.
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