Mis pasos tan sólo consiguen distanciarme de vosotros y dejar mi piel agarrotada,
tatuada con una membrana de tierra que originará que me agriete con cualquier chasquido de dedos.
De todos modos,
prosigo caminando con las tripas al aire y la mirada sellada para no ver vuestras espaldas aparcadas en los confines.
Canet
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