Estamos tristes
al igual que nuestros padres,
el cristal de la puerta se ha rajado,
las zapatillas me quedan pequeñas,
se ha roto la cremallera del abrigo,
péinate un poco, estás feo,
no pases a la habitación,
cúbrete el cuello, cepíllate los dientes,
prohibido molestar,
no te cabrees,
no chilles,
no llores.
No se ve ni una partícula de polvo
ni de grasa,
pero todo está sucio
y todo en su exacto lugar: un completo caos.
He estado mucho tiempo desinfectando mi pecho,
me he pasado muchos días barriéndome
las mierdas amontonadas,
poniendo en orden mi interior mal elaborado
que se caía a cachos
por el suelo recién fregado y la moqueta lustrosa.
Canet
No hay comentarios:
Publicar un comentario