Powered By Blogger

miércoles, 25 de marzo de 2015

Sin título 36


Todos los elementos conspiraban contra mí de modo fortuito. Entonces no me quedó otra elección más que la de esconderme bajo mi traje de hombre invisible. Con ese aspecto me quedé varios días, así pude alimentarme de frutas con forma de notas musicales, letras minúsculas y signos indescifrables. Era irregular, como la lluvia, como el ámbar de los semáforos, como el agua templada de la ducha, como mis cuadros,como las bombillas de navidad,como el movimiento de los parabrisas, como mi caminar, como la sonrisa del vendedor del todo a cien,como los aullidos de aquel lobo imaginario, como tu genio y la tos de la vecina, como las festividades del calendario y los silbidos de gente extraña... Canet

No hay comentarios:

Publicar un comentario