Powered By Blogger

martes, 21 de abril de 2015

Rugosidades.


Rugosidades nutridas de tiempo, 
de piel y noches. 
De halagos, vino y saliva. 
De lágrimas, 
que unas veces acicalan 
y otras se escurren en un cuerpo ansiado
hasta convertirse en poesía,
poesía que admite el compás
y la armonía de un momento sublime.
Pero la vida,
con sus rugosidades y su cotidianeidad permuta.
Algunas veces desconoce el sentido,
y evapora todo lo que le envuelve,
incluso el modo de hablar.
Y en el resplandor y en la franqueza
nacen los versos,
oberturas,
evocaciones,
surcos.

Debemos sentirnos vivos.
O mucho más que eso,
toda la eternidad
derramarla en hojas en blanco,
en las que no se narre
ni se busquen certezas.
Solo el propósito de escribir.

Canet

No hay comentarios:

Publicar un comentario