Para escapar del miedo me escondo
entre libros y películas. E investigo,
junto a Dupin, las huellas de la rue Morgue.
Asisto a estilosas veladas
con Dorian Gray en el plomizo Londres.
Balzac me lleva a Saumur
y lloro con Baudelaire entre las flores
de un jardín maligno y con Saramago
escucho las carcajadas del altísimo.
Después me desplazo
al quimérico apartamento de Polanski.
Y me pongo a pensar en ti. Te menciono,
mi única vida, mi más dulce verso,
mi blanca noche, el argumento de mis cosas,
mi itinerario y mi estío, mi bagaje,
el puro e íntegro pecado de mi carne.
Pienso en ti para escapar remotamente,
para huir de las tempestades, de esta piel
quebradiza y vencida.
Me abrigo
en los días en los que tu cuerpo
me transforma en el hombre
más venturoso de la historia.
Canet
No hay comentarios:
Publicar un comentario