Escogí
con una venda de gusanos sobre mis ojos
la ocasión de crecer rápidamente,
distintas cosas por el camino no las escogí,
pero ocurrieron sin vendas.
Es sabido que todo lo escrito ya estaba dicho antes:
un atraco a mano armada de palabras para expresar con qué rapidez nos palpita el corazón,
el calor de nuestros ojos pirómanos
o las oquedades que algunas noches se esfuerzan
por perforar en nuestra carne como si fuésemos corales.
Incluso el desconsuelo
con su hilera intransitable de carencias fonéticas.
Hay muchos que lo dijeron antes que nosotros
y lo archivó al finalizar en el viejo archivador de las analogías.
Canet
No hay comentarios:
Publicar un comentario