Soy
como los nubarrones que se hacinan
y envenenan su agua
porque para ellos
el aguacero es una festividad,
soy
como el pavimento que se raja
cuando está hastiado de la sequedad,
del trabajo monótono,
de la falta de lágrimas o de espuma,
soy
como los meses de un calendario,
estoy lleno de inicios y finales
de tormentas
de mañanas apáticas
de lecturas y de pedaleos,
soy
el aluvión y el agostamiento
y en ocasiones
en pocas ocasiones,
soy
un tipo confundido por la existencia
sin la obsesión de mirar atrás,
sin la preocupación por progresar,
doy diminutos pasos irregulares,
de esos meritorios
que aunque no me acerquen a sitio alguno
aun así me hacen volar.
Canet ,
foto de Thomas Canet
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