Powered By Blogger

jueves, 8 de octubre de 2015

Cuando era pequeño.


Cuando era pequeño, recuerdo a mi madre caminando hacia la ventana.
Quería desafiar a la gravedad y surcar por los aires lanzándose desde el tercero “A”.
Mi viejo iba detrás, rápidamente, para contemplar el vuelo o escoltarla en su planeo.
Quizá para evitar que pintara el suelo de carmesí.

Cuando era pequeño, recuerdo los viajes de los fines de semana:
íbamos a un edificio que tenía una cruz roja y un vallado muy alto y un lindo edén como jardín,
acudíamos a ver al padre de mi madre.
Siempre pensé que no era de su estirpe y me ponía feliz porque ese tipo tosía mocos y bebía a escondidas
y estuvo en la segunda guerra con los españoles.
Un día fuimos de excursión
-nunca a la playa-
mi viejo me aseguro que el padre de mamá se había muerto con una soga al cuello.
No lloré y esbocé una amplia sonrisa.

Cuando era pequeño, recuerdo a la señora que vivía conmigo, la llamaba abuela.
Siempre olía a eucalipto y a lavandería y su mirada era blanquecina.
Con el tiempo empezó a hablar sola y repetía lo mismo una y otra vez.
Me contó que yo era su primer hijo ,el muerto en la guerra.
Pulcra e inmóvil, la abuela se negó a seguir respirando.
En esta ocasión si que lloré, fue una bella difunta.

Cuando era pequeño, recuerdo que todos me decían que yo era muy extraño.
Que no era un buen niño cada vez que me escondía.

Hoy, de mayor, estoy capacitado para contar lo que quiera
y transformarlo en algo lindo,
y hacer de mis tripas un corazón bonito de plástico,
y guardar el verdadero corazón para los buenos momentos:
para aquel niño pequeño que continúo siendo.

Canet

No hay comentarios:

Publicar un comentario